Introducción / Charlotte Broad I. Apariciones históricas y metamorfosis culturales Cómo capturar y eliminar a las brujas según el Malleus Maleficarum o Martillo para las brujas (1487) / Ana María Cortés Nava Los conocimientos de las brujas: causa de su persecución / Norma Blázquez Graf De mujer sabia a mulier maléfica: el cuerpo pasional en la hoguera de la Modernidad / Claudia Brinkop Estigma de la bruja / Gabriel Weisz Salem, 1692 /Nattie Golubov II. Escenarios medievales y renacentistas Morgana, discípula de Merlín / Rosalba Lendo Fuentes “Nunca le plugo ni consigo pudo de averse de casar”: mujeres solteras, intelectuales y brujas en los libros de caballerías hispánicos / Axayácatl Campos García Rojas Para yo dar [...] congrua y saludable melezina: Celestina, ¿bruja o médica? / Carlos Rubio Pacho Quién puede usar el rayo de Dios / Ana Elena González Treviño III. Representaciones modernas y posmodernas Sor Julie de la Trinité o el olor sulfuroso de una flor envenenada / Laura López Morales La resignificación de la figura de la bruja en cuatro novelas de escritoras de la República Democrática Alemana
Ute Seydel La Circe de Joyce / Argentina Rodríguez Black/Magic/Woman: Eva’s Man de Gayl Jones / Marina Fe De furias, gorgonas y hespérides: la figura de la bruja en The Kindly Ones / Ernesto Priego Borderlands / La Frontera: las brujas migrantes / Marisa Belausteguigoitia IV. Visiones poéticas Witching / Eavan Boland Witches Blood / Alma Villanueva

Preguntarse sobre la figura de la bruja a lo largo de la historia implica un gran reto, no solo porque la hechicería y la brujería han existido desde tiempos inmemorables en casi todas las culturas, sino porque es un tema escabroso difícil de abordar, huidizo como las mismas brujas. Poseedoras de ciertos poderes, de conocimientos sobre el cuerpo y pócimas para satisfacer los deseos, para colmar las pasiones, han sido al pasar de los siglos personajes cuyo papel es ambiguo en las sociedades donde surgen. Ya sea para vencer a los demonios o para aliarse con ellos con el objeto de obtener su ayuda frente a la enfermedad o cualquier otro mal, el arte de las brujas se ha mantenido al margen de las religiones dogmáticas y en ocasiones se ha constituido en abierta rebelión contra el orden y la ley. Así, al transgredir los límites, las fronteras, y a partir de su marginalidad y de su peculiar manera de relacionarse con el mundo, con la naturaleza, con la gente, las brujas ocupan el lugar del otro, el retorno de lo reprimido, lo siniestro femenino, la otra cara del orden de la pasión y del deseo